1. ESTABLECER OBJETIVOS DE APRENDIZAJE CLAROS.
Antes de comenzar a diseñar el curso, identifica los objetivos de aprendizaje que deseas lograr. Estos objetivos deben ser claros, medibles y alcanzables. Definirlos te ayudará a enfocar el diseño del curso y a desarrollar actividades y evaluaciones efectivas para alcanzarlos.
2. UTILIZAR UN ENFOQUE CENTRADO EN EL ESTUDIANTE.
Diseña el curso con los estudiantes en mente teniendo presente sus necesidades, estilos de aprendizaje y niveles de conocimiento previo. Proporciona actividades interactivas, materiales multimedia y oportunidades para la participación activa.
3. DISEÑAR CONTENIDO ATRACTIVO Y VISUALMENTE AGRADABLE.
Utiliza variedad de recursos multimedia, como videos, podcast, infografías e imágenes, para enriquecer el contenido del curso. Diseña materiales visualmente agradables y estructura el contenido de manera clara y organizada utilizando un lenguaje claro y accesible para facilitar la comprensión del estudiante.
4. INCORPORAR INTERACTIVIDAD Y GAMIFICACIÓN.
Promueve el interés de los estudiantes mediante la incorporación de elementos interactivos y técnicas de gamificación. Esto puede incluir preguntas de opción múltiple, actividades de arrastrar y soltar, simulaciones, desafíos y recompensas. La interactividad y la gamificación hacen que el aprendizaje sea más atractivo y motivador.
5. EVALUA Y OFRECE RETROALIMENTACIÓN CONTÍNUA.
Diseña actividades de evaluación con retroalimentación oportuna y significativa que permitan a los estudiantes aplicar lo que han aprendido, mejorar y comprender su progreso.
